Todos tenemos algún ser querido, amigo e incluso un vecino anciano que necesita de un poco de ayuda adicional y en algunos casos es necesario considerar si enviarlos a alguna residencia para personas mayores es la decisión adecuada, pero la opción de contratar cuidadores de ancianos.
Las residencias el principal foco de preocupación
Sin embargo, no suele ser mucho lo que sabemos sobre las condiciones dentro de dichos lugares, ya que por lo general, las personas institucionalizadas suelen acabar siendo vulnerables e invisibles.
Además, la preocupación por los adultos mayores dentro de las residencias se mantiene creciendo debido a los nuevos brotes de Covid-19.
El aislamiento, las puertas cerradas y las situaciones confusas suelen tratarse de circunstancias que tienden a acelerar el proceso de deterioro cognitivo de las personas mayores, al mismo tiempo que los hace más vulnerables y dependientes, por lo que al tratar de protegerlos de este virus, sería posible estar condenándolos a la tristeza.
En este sentido, las residencias para ancianos se trata de lugares de convivencia en los que las rutinas sociales suelen contar con un gran valor, debido a que proporcionan a los adultos mayores un modo de continuar anclados al mundo, por lo que no es de sorprender que los ancianos generalmente se aferren con gran fuerza a este tipo de gestos.
Cabe señalar asimismo que los hospitales, los casos importados e incluso las residencias para adultos mayores, destacan por tratarse de los escenarios donde han tenido lugar los primeros rebrotes de Covid-19, después de que el estado de alarma finalizara.
En este caso, las residencias suponen el principal foco de preocupación para las autoridades, ya que en ellas habitan personas que forman parte del grupo de riesgo frente a este virus.
Es conveniente destacar de igual manera, que el alto número de casos detectados dentro de las residencias desde que comenzó la pandemia, junto a la inadecuada gestión frente a la crisis que han tenido varias de ellas, terminaron causando que se produjeran más de 200 investigaciones.
Y es que hasta la fecha, 19.400 personas han fallecido dentro de estos centros, principalmente en Cataluña (aproximadamente 4.000) y la comunidad de Madrid (alrededor de 6.000).
De la misma forma, hay que mencionar que dentro de los nuevos focos del virus que han tenido lugar en residencias para ancianos, preocupa especialmente el de Bilbao, ya que supone 8 casos confirmados, entre los que se encuentran 3 ancianos, 3 sanitarios y 2 religiosas.
Ahora bien, este nuevo brote se produjo después de que uno de los residentes del centro de cuidados visitara a un ser querido que se encontraba en el hospital de Basurto, mientras en centro médico tenía varios casos de Covid.
Un gran drama para nuestros mayores
- El drama experimentado dentro de las residencias para adultos mayores a lo largo de esta pandemia por Covid-19, ha dejado ver tanto las necesidades, como las carencias que presenta un sector y el cual, actualmente, se encuentra preparándose para el futuro y exigiendo un plan de contingencia que permita responder ante posibles rebrotes futuros, al mismo tiempo que solicita que las autoridades ofrezcan tanto los test PCR como los EPIs que sean requeridos.
- Y aunque la desescalada en las residencias ya se encuentra en marcha, y se permite la visita de familiares, no se puede negar que los agentes de servicios sociales se encuentran especialmente preocupados frente a algún posible rebrote ahora que se acerca el fin de año.
Crear planes de contingencia
- En este sentido, cabe mencionar que dentro de lo relacionado con servicios sociales, el decreto sobre la nueva normalidad que fue aprobado por el Gobierno, señala que las comunidades autónomas tendrán que asegurar la coordinación de estos centros para adultos mayores, utilizando los recursos sanitarios que posee el sistema de salud de cada comunidad, independientemente de, si son privadas o públicas.
- Asimismo, establece que los titulares de las residencias tendrán que contar con planes de contingencia cuyo propósito consiste en detectar, de forma precoz, aquellos posibles casos que puedan presentarse no solo entre residentes, sino también entre los trabajadores; además de activar los procedimientos de coordinación de acuerdo a la estructura del servicio de salud correspondiente.
- ¿Qué es lo que poseen en común los diversos protocolos? Pues bien, como claves para poder prevenir y aislar futuros contagios, las entidades asignan no solo en los EPI (equipos de protección individual), sino también la continua realización de pruebas PCR tanto a residentes como a trabajadores con el propósito de localizar y controlar los posibles casos.
- Asimismo, hay que señalar que los ancianos en residencias suelen tener una particularidad y es que una gran parte de ellos cuenta con enfermedades crónicas de riesgo, mientras que aproximadamente un 67% padece de demencia, lo cual complica en cierta medida la posibilidad de que cumplan con las medidas de seguridad y prevención, por el ejemplo, el uso de las mascarillas.
- De igual manera, se destaca que varios de estos adultos mayores suelen ser asintomáticos y que algunos incluso, muestran síntomas que suelen confundirse con diversas patologías, por ejemplo, sensación de adormecimiento y/o diarrea, razón por la cual en algunos casos no son aislados de forma apropiada.
Es por eso que hasta el momento, la mayor parte de personas mayores con síntomas compatibles con el Coronavirus que han fallecido dentro de las residencias, no fue diagnosticada por PCR.