Humedad en fachadas: identificación y tratamientos efectivos

La humedad en las fachadas es un problema que puede deteriorar tanto la estética como la estructura de las edificaciones. Reconocer los primeros signos y actuar de manera oportuna es crucial para contactar con un experto en rehabilitación de fachadas y proteger tu propiedad.

En este artículo te enseñaremos a identificar la humedad en las fachadas y te mostraremos los tratamientos más efectivos para resolver este problema. Aprenderás sobre las causas comunes de la humedad, cómo identificarla y las estrategias para combatirla.

Identificación de la humedad en las fachadas

Detectar la humedad en las fachadas puede ser un proceso relativamente sencillo. La aparición de manchas oscuras, descamaciones en la pintura o la formación de salitre son indicios de la presencia de humedad.

El salitre es un depósito blanquecino que aparece en las paredes y es un indicador bastante preciso de humedad. Por otro lado, la eflorescencia, un fenómeno similar al salitre pero de mayor impacto visual, puede causar daño físico al material de la fachada.

Las manchas de moho también son un claro indicativo de humedad. Son fácilmente identificables por su color negro o verde y pueden aparecer tanto en el exterior como en el interior de la edificación.

Además, existen instrumentos como los higrómetros, capaces de medir la humedad relativa de un ambiente. Son una herramienta muy útil en la identificación de problemas de humedad.

Causas de la humedad en las fachadas

Existen diversas causas que pueden provocar la aparición de humedad en las fachadas. Estas pueden ser tanto externas como internas.

Entre las causas externas destacan las precipitaciones y la humedad ambiental. Dependiendo del clima de la zona, la fachada puede estar expuesta a la lluvia, la nieve, o a una elevada humedad ambiental, lo que favorece la aparición de humedad.

En cuanto a las causas internas, destacan las fugas de agua y la condensación. Si las tuberías de la edificación tienen alguna fuga, esta puede filtrarse a la fachada y producir humedad.

La condensación ocurre cuando el vapor del agua presenta en el ambiente se enfría y se condensa en las superficies más frías.

Tratamientos efectivos para la humedad en las fachadas

Hay varios tratamientos que pueden aplicarse para combatir la humedad en las fachadas. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, y el más adecuado dependerá de las circunstancias particulares de cada caso.

Un tratamiento bastante común es la impermeabilización de la fachada. Este proceso consiste en aplicar un recubrimiento impermeable que impida la entrada de agua. Es un tratamiento eficaz, pero puede ser costoso y requiere un mantenimiento regular.

Otra opción es el tratamiento de las fachadas con pinturas antihumedad. Estas pinturas tienen la capacidad de repeler el agua y protegen la fachada de la humedad.

Además, en caso de fugas internas, es imprescindible solucionar este problema antes de realizar cualquier otro tratamiento. De lo contrario, la humedad seguirá reapareciendo.

¿Cuáles son los peligros de la humedad en las fachadas?

La humedad en las fachadas no es solo un desafío estético, sino que representa una amenaza real a la integridad de la estructura y a la salud de los ocupantes de un edificio.

Deterioro estructural

Los daños estructurales son uno de los peligros más graves de la humedad en las fachadas. Cuando el agua penetra en los materiales de construcción, puede dar lugar a procesos de expansión y contracción.

Materiales como el ladrillo y el hormigón pueden sufrir este ciclo repetitivamente, debilitando su resistencia y dando lugar a la formación de grietas y otros tipos de daños estructurales.

Además, los elementos metálicos presentes en la construcción pueden sufrir corrosión, perdiendo su resistencia y acelerando el deterioro del edificio.

Estos procesos pueden poner en riesgo la seguridad de la estructura, haciendo necesaria una intervención costosa y compleja.

Daño estético

La humedad en las fachadas puede llevar a un detrimento estético significativo. Manchas de agua, eflorescencias salinas y moho son solo algunas de las marcas visibles que la humedad puede dejar.

Estos signos no solo desmejoran la apariencia del edificio, sino que también pueden disminuir su valor de mercado.

Esta degradación visual, en muchos casos, no se puede reparar con una simple capa de pintura. Es necesario un tratamiento profesional para devolver la fachada a su estado original y prevenir futuros daños.

Problemas de salud

Las implicaciones para la salud de la humedad en las fachadas no deben pasarse por alto. Un ambiente húmedo es el hábitat ideal para mohos y hongos, organismos que liberan esporas al aire.

Estas esporas pueden causar una variedad de problemas de salud cuando son inhaladas, desde irritaciones alérgicas hasta afecciones respiratorias más graves, como el asma.

Los niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados son especialmente susceptibles a estos problemas de salud.

Aumento en el gasto de energía

Otro impacto no tan evidente de la humedad en las fachadas es el aumento en los costes de energía.

Una edificación con problemas de humedad puede perder eficiencia térmica. Esto se traduce en una necesidad de más energía para mantener una temperatura confortable, lo que eleva los costos de climatización.

La humedad también puede afectar el rendimiento del aislamiento térmico del edificio, reduciendo su capacidad para retener el calor en invierno y el fresco en verano.

Para concluir, la humedad en las fachadas es un problema que debe ser tratado con seriedad.

Identificar los primeros signos y buscar un tratamiento adecuado es esencial para proteger tu edificación. Recuerda siempre buscar la asesoría de un profesional si tienes dudas o si el problema persiste.